Creemos que la forma de movernos define la vitalidad de nuestra ciudad y la calidad de vida de quienes la habitan. El reto es situar siempre a las personas en el centro de cada decisión. En Guaguas Municipales entendemos que la movilidad sostenible no es solo un objetivo ambiental, sino una herramienta clave para impulsar la prosperidad social, conducirnos hacia una necesaria neutralidad climática y fomentar un entorno más equitativo, saludable e inclusivo.
Calculamos nuestra contribución al calentamiento global a través del estudio de la huella de carbono con la finalidad de alinearlo a nuestros objetivos estratégicos para la reducción y compensación de emisiones, contribuyendo de forma directa al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.
Hemos obtenido los certificados de conformidad de huella de carbono -a partir del año 2022-, acreditados por AENOR, una entidad independiente. De este modo, dentro nuestra estrategia, estamos desarrollando una hoja de ruta de acción climática que nos permite mitigar, e incluso neutralizar, los impactos generados.
Si bien el uso del transporte público es sostenible por su propia naturaleza, la progresiva electrificación de nuestros vehículos forma parte del plan de descarbonización, en consonancia con la Agenda 2030 y alineado con la Estrategia de Movilidad Sostenible de la ciudad.
Iniciamos nuestro camino hacia la movilidad eléctrica en 2019 y hoy trabajamos en la adaptación de nuestras infraestructuras y del servicio con vistas a las vibrantes transformaciones que experimentará la movilidad en la próxima década. Convencidos de nuestro rol, asumimos un liderazgo activo en la transición hacia un modelo más consciente con el entorno.
Para medir el impacto de la movilidad sostenible en los ciudadanos, se utilizan indicadores como salud, bienestar, accesibilidad, seguridad o interacción social. En todas estas materias, apuntamos alto en Guaguas Municipales.
Cerca de 55 millones de viajeros al año confían en nuestra compañía para sus desplazamientos por la ciudad. En entornos urbanos congestionados, asumimos una contribución decisiva para mejorar la eficiencia de los recursos disponibles, permitiendo a las personas gestionar mejor su tiempo y reducir los tiempos de viaje, lo que redunda en un entorno urbano más transitable, menos ruidoso, más saludable.